La mayoría de las setas se componen de alrededor de un 90 % de agua en peso. El 10 % restante consiste en 10 a 40 % de proteína, 2 a 8 % de grasa, 3 a 28 % de carbohidratos, 3 a 32 % de fibra, 8 a 10 % de cenizas y algunas vitaminas y minerales, con potasio, calcio, fósforo y magnesio. , selenio, hierro, zinc y cobre que representan la mayor parte del contenido mineral (Borchers et al. 1999). En un estudio de los componentes no volátiles de G. lucidum, se encontró que el hongo contiene 1.8 % de ceniza, 26–28 % de carbohidratos, 3–5 % de grasa cruda, 59 % de fibra cruda y 7–8 % de proteína cruda (Mau , Lin y Chen 2001).

Además de estos, los hongos contienen una amplia variedad de moléculas bioactivas, como terpenoides, esteroides, fenoles, nucleótidos y sus derivados, glicoproteínas y polisacáridos. Las proteínas de los hongos contienen todos los aminoácidos esenciales y son especialmente ricas en lisina y leucina. El bajo contenido de grasa total y la alta proporción de ácidos grasos poliinsaturados en relación con los ácidos grasos totales de los hongos se consideran contribuyentes significativos al valor para la salud de los hongos (Chang y Buswell 1996; Borchers et al. 1999; Sanodiya et al. 2009).

Sissi Wachtel-Galor, John Yuen, John A. Buswell e Iris F. F. Benzie